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CITIZEN CAN

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Mayo 16/The Beer Seekers/The Beer Seekers

No hace mucho tiempo, oír hablar de latas de cerveza hacía que todo aficionado al producto artesano y de calidad se echara las manos a la cabeza. Era cuestión anatema entre los cerveceros e incluso sus consumidores objeto de chanza. Sin embargo, en los últimos tiempos no se oyen nada más que alabanzas sobre este tipo de contenedor y constantemente se exaltan sus cualidades. Ha sido tan repentino, que resulta difícil encontrar una explicación para este cambio de parecer. Quizá por culpa de la influencia de demasiados capítulos de ¨Expediente-X¨ o la excesiva exposición a información sobre ¨lobbies¨ de presión de miles de sectores distintos, me he vuelto un tanto desconfiado y reacio a creer las cosas porque sí. Por eso, en este estado de cierto estupor ante la excitación por el redescubrimiento de las latas de cerveza por el sector de los artesanos, me parece apropiado indagar sobre sus cualidades en comparación con las de las botellas. Como consumidor, creo oportuno saber a qué atenerme y poder escoger lo que compro con la mayor y mejor cantidad de información posible. Por si alguien se encuentra en la misma situación de desconcierto que yo, aquí dejo, de forma resumida, varios aspectos sobre la materia que encuentro relevantes.

La lata de aluminio ha sido, tradicionalmente, el envase más utilizado en Estados Unidos para vender cerveza. Tan solo, y esto únicamente según uno de los estudios sobre la cuestión, la botella de vidrio se ha usado en mayor medida durante un breve periodo de tiempo. Lo que ha cambiado respecto a años anteriores es el usuario. Hasta hace poco, eran fundamentalmente los productores masivos quienes escogían este tipo de contenedor para su producto. Sin embargo, ahora, varias cerveceras artesanas están empezando a utilizarlo de forma habitual. Esto ha generado un -o ha prolongado el- debate sobre la idoneidad de la lata de aluminio en comparación con la botella de vidrio como envase para la distribución de cerveza. En este artículo intentaremos aproximarnos a la cuestión tratando de incorporar al debate el mayor número de elementos posibles que permitan a los potenciales consumidores elegir por sí mismos uno u otro envase.

Lo cierto es que encontrar fuentes objetivas de información ha resultado hasta cierto punto difícil. Hay muchos grupos de intereses creados entorno a cada uno de los elementos de comparación. Cada industria, con sus grupos de presión y estrategias de marketing, trata de generar opinión a favor de su producto y esto contamina las redes haciendo muy complicado separar aquellas que puedan resultar fiables. En muchos de los artículos consultados la información resultaba veraz pero parcial y en ellos se omiten algunas otras verdades. Por nuestra parte, hemos intentado que la subjetividad no influyera demasiado en el artículo. Pedimos disculpas de antemano si no se ha conseguido de forma eficaz.

Los campos de análisis que, al menos, se tendrían que tener en cuenta para la comparación, se refieren a los siguientes aspectos:

- Cualitativo
- Medioambiental
- Económico
- Salud

CALIDAD Y CONSERVACIÓN DEL PRODUCTO

De forma sistemática se suele resumir este aspecto como favorable para el envase de aluminio por el hecho, real, de que no deja pasar la luz. Si bien esto es cierto, cabe recordar que la práctica totalidad de la cerveza artesana se embotella en envases de vidrio marrón que también protege el contenido. Aún con esto, respecto a la protección de los efectos adversos de la luz (fundamentalmente la luz natural) en la cerveza, el uso del aluminio es más efectivo, y más cuanto mayor es el tiempo de exposición.

Sin embargo, hay otro factor, también importante, que influye en la calidad del producto consumido, como es la oscilación de su temperatura. A este respecto, los estudios son concluyentes. La temperatura de la cerveza dentro de una botella de vidrio es mucho más estable. En un experimento llevado a cabo en laboratorio, se comprobó que, por el contrario, en el envase de aluminio las variaciones de temperatura se producen de forma brusca, en muy poco tiempo. Por lo tanto, hasta que llega a ser consumida, la cerveza en lata habrá sufrido más, térmicamente hablando.

Otro elemento que influye en la conservación de la cerveza es el grado de contaminación por entrada de oxígeno. La lata da mejores resultados en este campo. Es difícil encontrar una botella a la que haya entrado aire, pero puede suceder (aunque muchas botellas con cervezas propicias para su envejecimiento son selladas con cera para evitar este inconveniente).

En relación con toda esta parte, dedicada a la conservación de las propiedades organolépticas de la cerveza, es curioso observar que, para rechazar la objeción de que las latas potencialmente podrían aportar sabor metálico a las cervezas (una de las críticas históricas al uso del envase de aluminio), los interesados afirman que las catas ciegas realizadas por expertos no han mostrado diferencias respecto a las mismas en comparación con las del producto embotellado… Pero, precisamente por el mismo motivo, tampoco se podría concluir entonces que la lata conserve mejor, o más frescas, dichas propiedades. No se puede afirmar al mismo tiempo una cosa y la contraria.

Me gustaría haber podido encontrar algún documento donde se comparase el envejecimiento de cervezas en uno y otro envase… Si alguien conoce bibliografía al respecto agradeceríamos la compartiera con todos nosotros.

ASPECTO AMBIENTAL

La mayor parte de los artículos consultados centran su atención, por una parte, en el reciclado de los envases y, por otra, en la contaminación generada en el transporte del producto final al lugar de venta y/o consumo. Sin embargo, hay muchos más aspectos que habría que valorar para conocer el verdadero impacto ambiental de cada uno de los envases.

Obtención de materias primas:

Ambos procesos son contaminantes y consumen recursos no renovables. Sin embargo, la extracción de la Bauxita para la obtención del aluminio se asocia con una actividad minera más contaminante y que, además, es causante de otros impactos sociales e intereses geopolíticos por los lugares donde se encuentra. A este respecto diremos que China es el segundo productor mundial, que muchas reservas están en la Amazonía y otras se encuentran en Guinea.

Transporte de Materias Primas:

Una vez obtenido el material, hay que llevarlo a la zona de procesamiento para convertirlo en aluminio o vidrio. O bien, una vez procesado, hay que llevarlo a la zona donde será utilizado. Este transporte debería entrar en la valoración de emisiones asociadas al producto final (y si observamos la localización geográfica de los productores de Bauxita, quizá en este aspecto las latas no saldrían tan bien paradas).

Procesado del material:

De nuevo ambos procesos generan un gran impacto ambiental. Aquí podéis ver los relativos al Vidrio y al Aluminio.

Reciclado y Reutilización:

Este es uno de los puntos donde la industria ligada al aluminio hace mayor hincapié, porque es cierto que este material tiene ventajas sobre el vidrio respecto al reciclado. Pero el vidrio tiene una, bajo mi punto de vista mucho mayor, respecto al uso del aluminio, como es la posibilidad de reutilización de las botellas de vidrio. Reciclar disminuye la contaminación, pero reutilizar lo hace aún más. No solamente estoy pensando en los miles de homebrewers sino, también, en las propias fábricas, varias de las cuales hacen un gran esfuerzo por recuperar y reutilizar sus envases. Hacer esto no es posible con una lata de aluminio. Por lo tanto, desde el punto de vista de la sostenibilidad ambiental, no veo suficientemente probada la supuesta ventaja de las latas de aluminio.
Aquí incorporo un link a una web donde se trata esta cuestión con mayor profundidad.

ASPECTO ECONÓMICO

Aquí, no cabe duda de que para las empresas y (al menos teóricamente) para el consumidor, las ventajas son para la lata de aluminio. Esta ocupa y pesa menos, por lo que una cervecera puede transportar mayor cantidad de producto a un coste más bajo. Idealmente el precio final de una lata debería ser menor que su correspondiente en botella. Este factor sería más importante cuanto menor fuera el tamaño de la cervecera y menos recursos económicos tenga, ya que podría permitirle exportar a nuevos mercados. Si fuéramos puntillosos diríamos también que, gracias a las latas, una cervecera artesana perdería cierta parte de su ¨ser local¨ y añadiría peso a su huella de carbono si, como consecuencia del uso del envase de aluminio, se decidiera a enviar sus productos a lugares cada vez más distantes. De nuevo, nada es sencillo. Cada factor que varía influye sobre otros y habría que tenerlos todos en cuenta.

SALUD

Este aspecto afecta no solamente a los envases de aluminio utilizados en la industria de la cerveza, sino a muchos otros, utilizados en alimentación, refrescos, etc. Con el objeto de que el producto contenido en un envase de aluminio no adquiera sabor ¨a metal¨, el interior se recubre con un producto químico llamado Bisphenol A (BPA) que potencialmente sería un disruptor endocrino. Está cuestión se encuentra ahora mismo sometida a un intenso debate con posiciones encontradas en diferentes países. Como no soy experto en esta materia os dejo algunos enlaces para que podáis echar un vistazo e indagar por vuestra cuenta…

Plos One
NIEHS
The Beverage Journal

Lo que es innegable, es que no se puede despachar esta cuestión sobre la idoneidad de un contenedor u otro con un sencillo ¨la lata es mejor porque es más barata, conserva mejor el producto y contamina menos¨… porque, excepto lo relativo al precio, todo lo demás no cuenta con pruebas que lo avalen. En todo caso, lo que necesitamos como consumidores es que compartan con nosotros la mayor cantidad de información posible para que podamos decidir con conocimiento de causa.



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