Seurat: El Color de las Tinieblas

Sólo podemos especular acerca de por qué el circo ha cautivado desde siempre el corazón de los artistas. Lo hizo con cineastas como Chaplin (¨The Circus¨, 1928), Tod Browing (¨Freaks¨, 1932), Fellini (¨La Strada¨, 1954) o Alex de la Iglesia (¨Balada Triste de Trompeta¨, 2010), con fotógrafas como Diane Arbus y, por supuesto, con numerosos pintores.

Entre ellos se encuentra Georges Seurat (Francia, París 1859–1891 Paris) cuyo ¨Circus Sideshow¨ (¨Parade de cirque¨) puede contemplarse en el Metropolitan Museum de Nueva York.

En torno a esta obra, el MET ha organizado la exposición ¨Seurat´s Circus Sideshow¨ la cual, si bien toma este cuadro como punto de partida, lo utiliza para explorar muchos y muy sugerentes campos que orbitan el motivo principal y le igualan en interés.

Georges Seurat es una figura clave en el Neo Impresionismo y famoso por su aplicación de la técnica del puntillismo, desarrollada con el fin de conseguir la percepción de un color, por parte del espectador, mediante la proximidad de puntos de diversos colores en sus obras. Esta búsqueda se relaciona muy estrechamente con los trabajos teóricos , tratados y estudios sobre la luz, la forma y el color que se estaban desarrollando en aquella época, entre los cuales, los de Michel Eugène Chevreul fueron seguramente los que le influyeron de una manera más directa.

Otra de sus preocupaciones tuvo que ver con la composición dentro de las obras, para lo cual se apoyó en estudios sobre las proporciones áureas y su aplicación en el lienzo.

Pero para Seurat, el verdadero reto fue, en ese contexto, tratar de captar los colores matizados por el velo de la noche. Las figuras de la ¨Parade¨ del circo que Seurat recoge en su cuadro son seres nocturnos y en su semi-oscuridad, con los colores transformados hasta ser casi irreconocibles, debían ser mostrados.

Sin embargo, a pesar de toda la maravilla que encierra esta ansia de conocimiento sobre el dominio de los colores, llama la atención que Seurat alcance un punto álgido de expresividad, lleno de melancolía y misterio en sus pruebas previas a esta ¨Parade du Cirque¨ realizadas en blanco y negro mediante la técnica de ¨Conté¨.

Las atmósferas difuminadas de esos estudios sobre la incidencia de la luz y la composición, las figuras de espalda que nos convierte en uno más de los observadores de la escena, los rostros sin rasgos, todo, sitúa la obra de Seurat en un plano de misterio y subjetividad que envuelven al espectador y le transporta a un mundo onírico.

Otro acierto de la exposición es confrontar este plano evocador y de cierta ensoñación con cuadros de artistas contemporáneos que, por el contrario, se esforzaron por captar con todo detalle la melancolía de los rostros, la nítida tristeza del mundo de un espectáculo por el que parecían sentir al mismo tiempo atracción y rechazo. Este es el caso del ¨The Saltimbanques¨, de Fernand Pelez, que puede contemplarse, en lugar de privilegio, durante el recorrido de la exposición.

Seurat se internó en otros mundos de la noche parisina y del mismo modo se esforzó por captar la vivencia de los café-concert en una serie de cuadros en los que los artistas se vieron de alguna forma dignificados por el enfoque que Seurat planteaba en sus obras.

Mucho más podemos encontrar en esta exposición del MET… La lucha por el reconocimiento como artista en el París de la época, y las dificultades cotidianas tanto para exponer como para encontrar un estilo que fuera a la vez propio y lo suficientemente novedoso como para resultar atractivo a los galeristas y al público.

También la convivencia de la pintura con el arte de los carteles, la publicidad, la caricatura encuentran un hueco en este espacio donde Seurat es protagonista. Podríamos decir que es esta una exposición de exposiciones y que merece la pena transitarla con el tiempo y la tranquilidad necesarios para disfrutarla plenamente, quizá más de una vez.

Como curiosidad, diremos que, entre los aspectos tratados, está presente en esta ¨Seurat´s Circus Sideshow¨ (quizá de una manera poco explorada, pero felizmente señalada) la influencia que sobre estos artistas tuvo el arte japonés. De ellos admiraban la utilización de la asimetría en las composiciones y el minimalismo de sus líneas. Como ejemplo se citan grabados de la época y se muestra el ¨Fireworks at Ikenohata¨ de Kobayashi Kiyocika que, cómo no, presenta un paisaje nocturno iluminado con farolillos, apuntando una línea de lo que sería la ¨Parade¨de Seurat.

sin duda esta exposición puede disfrutarse de manera aislada, pero irá en nuestro beneficio el tomarla como comienzo de una exploración más amplia de territorios propios de la pintura, condensados en Seurat. Para ello dejamos estos enlaces a una serie de recursos que nos parecen particularmente interesantes.

VÍDEO: COMPOSITION OF SEURAT´S ¨VATHERS AT ASNIERES¨

CATÁLOGO DE LA EXPOSICIÓN ¨SEURAT´S CIRCUS SIDESSHOW¨