¿Por qué Cerveza Artesana?

Cuando hace años comenzó el proyecto The Beer Seekers, el debate acerca de qué se puede considerar cerveza artesana ya generaba discusiones y artículos. Por aquel entonces no me sentía capacitado para escribir al respecto y, aunque aún principiante en la materia, siento que dispongo de más elementos de juicio para escribir algunas líneas al respecto y añadir mi punto de vista actual sobre la cuestión.

Decía el ilustre Quino por boca de uno de sus personajes más célebres, Manolito, cuyo principal interés es el de hacer negocio a toda costa:

"Cuando un cliente compra una cosa, está comprando dos: una, la que él CREE que está comprando, y otra, la que REALMENTE uno le está vendiendo".

Esto señala una realidad que conocen sobradamente los publicistas: que un producto es más que el elemento físico que lo conforma. Éste es, además, la idea (real o creada por los profesionales) que subyace tras él y que es la que, en muchas ocasiones, logra atraer al consumidor.

Por ello, cuando tratemos de señalar qué es lo que diferencia una cerveza industrial de una artesana no deberíamos centrarnos en el producto, en lo que hay dentro de la botella. Muchas de las secciones pertenecientes a grandes compañías cerveceras y que antes fueron cerveceras artesanas, elaboran algunas cervezas tan buenas como las artesanas. Precisamente, gran parte del mérito del sector industrial ha sido el lograr reducir el debate sobre la cerveza artesana frente a la industrial al producto físico, sabiendo que algunos de los suyos (elaborados por las ex - artesanas compradas por las grandes compañías) son de buena calidad. Matices tales como la cantidad de producción, el que las fábricas de cerveza sean independientes, etc., son abstrusos, carecen de importancia o son (casi siempre) desconocidos para los consumidores.

Bajo mi punto de vista, en gran parte de estas discusiones se ha olvidado algo esencial que es que la cerveza artesana supone tan sólo la parte visible, la manida punta del iceberg, de algo mucho más grande, tremendamente más relevante y que sí tiene interés y cabida en la sociedad actual, cual es su pertenencia al llamado Craft Beer Movement. El movimiento de la cerveza artesana. Sus valores están de plena actualidad, interesan a la población y suponen la mayor y mejor diferencia de las cervezas artesanas respecto de las industriales. Este movimiento incluye otros como el ¨slow¨, la descentralización de la economía, la lucha contra la despoblación de zonas rurales, el comercio de proximidad, los valores medioambientales, la sostenibilidad (el turismo sostenible, por ejemplo), el apoyo a proyectos y causas sociales, la honestidad para con el consumidor y tantas y tantas otras cosas. La cerveza artesana no es mejor que la industrial por su sabor. Es mejor porque sus valores intrínsecos, aquellos que la conforman de manera natural, está más acorde con el tipo de planeta y el tipo de sociedad en los que queremos y necesitamos vivir. Transmitir esta diferencia al público de manera eficaz y consistente en el tiempo, el que cada cervecera artesana actúe conforme a estos valores, es la mejor y quizá única manera de hacer frente a la cerveza industrial. No es que el hecho de que se trate de pequeñas producciones o de que sean fábricas independientes carezca de importancia. Todo lo contrario. Pero explicar dicha relevancia a los consumidores resultaría más complejo y su bondad resulta menos intuitiva.

Por otra parte, de manera inversa, el mostrar algunas realidades sobre determinados comportamientos del sector industrial y de cómo consigue posiciones de ventaja en el mercado sería una buena manera de quitar ese velo tejido por sus publicistas ante la sociedad.

Retomando la frase con la que comenzaba el artículo, la grandeza de la cerveza artesana respecto a la industrial es que cuando se dice que "Cuando un cliente compra una cosa, está comprando dos: una, la que él CREE que está comprando, y otra, la que REALMENTE uno le está vendiendo", en nuestro caso ambas cosas son la misma.